El sector de la construcción y las infraestructuras cree que las administraciones deben implicarse más en el día a día de las empresas

El sector de la construcción y las infraestructuras cree que las administraciones deben implicarse más en el día a día de las empresas

Los empresarios de la construcción y las infraestructuras creen que las administraciones deben implicarse más en el día a día de las empresas y apoyar su actividad, según las conclusiones recogidas en el panel anual que realiza Construcor.   Esta encuesta coyuntural sobre la actividad y las expectativas se ha adelantado a septiembre dada la situación y con la intención de realizarse en otoño y primavera.

El panel está formado por 25 empresas cordobesas -de facturación y empleo directo e indirecto suficientemente representativas- cuya actividad es la edificación residencial, la obra civil, las infraestructuras, la ingeniería, la industria auxiliar y de materiales y la promoción y venta de vivienda.

 

Actividad y previsiones

El 72 por ciento de los encuestados afirman que están haciendo frente a la situación con actividad y recursos y el 24 con dificultades. En este sentido, el 52 por ciento han acudido a la financiación ICO y hasta el 68 (aunque no la han utilizado) la han considerado útil. Igualmente, el 96 por ciento no tiene personal en ERTE -un 44 por ciento afirma que para la actividad no es necesario- y la mayoría aboga por mantenerlos el tiempo que sea necesario.

No obstante, son conscientes de que el año que viene va a ser un complicado. El 56 por ciento cree que la situación sanitaria mejorará a finales de 2021 y la situación económica hasta como mínimo 2022.

 

Apoyo público e incertidumbre

En cuanto al apoyo público, creen que debe ser bastante mayor. De hecho, el 52 por ciento creen que, en general, no están haciendo lo suficiente y el 48 por ciento, que las administraciones cordobesas solo las tienen en cuenta en la contratación pública y en igualdad de condiciones, a veces y dependiendo de la situación.

En este sentido y desde las conclusiones, piden más apoyo desde la colaboración público privada, a la que están plenamente dispuestas, y advierten sobre los desacuerdos políticos, la falta de competitividad general de la economía y la necesidad de que las administraciones sean realmente conscientes del papel de las empresas como creadoras de empleo.